Listado de los personajes ilustres de Ica como en muchos lugares este departamento también cuenta con personas que por diferentes cosas que hicieron en su vida tuvieron diferentes logros que los hicieron muy recordados, claro unos más que otros y en diferentes campos.

JUAN JOSÉ SALAS

Cuando la expedición libertadora al mando del general José de San Martín ancló en la bahía de Paracas, el patriota iqueño Juan José Salas abrazó la causa independentista y se puso a las órdenes de San Martín. Organizó la resistencia en Ica y acudió en ayuda de Álvarez de Arenales.

Juan Jose Salas

Entre el 17 y 19 de octubre de 1820, el general Salas reunió a la corporación municipal y se proclamó la independencia, disponiéndose lo necesario para llevar a cabo el acto público el día 20 en la plaza de armas. Salas continuó en la campaña de San Martín y se ganó la antipatía de Bolívar, teniendo que huir del Perú perseguido por orden del libertador venezolano. Cuando Bolívar abandonó el Perú, el general Salas regresó y se estableció en Ica. Sus restos reposan en el cementerio general de Saraja.

JOSÉ DE LA TORRE UGARTE

El autor de la letra del himno nacional nació en Ica en 1786. Ejercía las funciones de juez de Chancay cuando la expedición libertadora estableció su cuartel general en Huaura. Allí se incorporó a las filas patriotas.

Su vena poética, inflamada de patriotismo, lo llevó a componer los versos del himno patrio apenas suscrito el acta de Huaura. En 1821 se desempeñó como oficial mayor del ministerio de Guerra y también como secretario adjunto de San Martín durante el protectorado.

Jose de la Torre Ugarte

Durante el gobierno de Riva Agüero, De La Torre Ugarte viajó a la ciudad de Trujillo y fue secretario del senado. La lucha desatada entre los bandos republicanos por la ambición del poder colocó al poeta en situación difícil y fue condenado a muerte. Un coronel apellidado Gutiérrez, comisionado para llevar a cabo la sentencia, le perdonó la vida. Desde entonces se dedicó plenamente a ejercer su profesión de abogado, desempeñando una vocalía de la corte superior de La Libertad en 1827. Murió en Trujillo en 1831.

CARLOS PEDEMONTE Y TALAVERA

El presidente del primer Congreso Constituyente nació en Pisco en 1774. Estudió en el Convictorio de San Carlos y obtuvo el doctorado en la Universidad de San Marcos. Guiado por su vocación abrazó la carrera sacerdotal.

Carlos Pedemonte y Talavera

Elegido diputado por la provincia de Ica, formó parte de la comisión llamada Vitalicia. Fue famoso como orador. Cuando se creó la Universidad de Trujillo, Pedemonte fue su primer rector. Poco después fue elevado a la dignidad episcopal, siendo nombrado obispo de Trujillo.

Durante el gobierno de Gamarra, Pedemonte ocupó la cartera de Relaciones Exteriores. A iniciativa suya y de Juan Manuel Meza, la junta de gobierno de 1826 dio el decreto que creó el Colegio de Ciencias restableciéndose el funcionamiento del San Luis Gonzaga de los jesuitas. Este ejemplar sacerdote y político ilustre murió en el año 1831.

JUAN MANUEL MEZA

Junto con Pedemonte, Meza representó a Ica en el primer Congreso Constituyente. Durante el virreinato había sido teniente del regimiento de milicias provinciales y por muchos años alcalde ordinario de su pueblo, Nazca.

Tomó parte en la lucha libertadora incorporándose al bando patriota. No vaciló en dejar sus importantes propiedades agrícolas para seguir la causa independentista.

En la madurez de su vida, Meza tomó los hábitos religiosos y se apartó definitivamente de la vida pública. Olvidado de todos, murió asilado en un convento.

DOMINGO ELÍAS CARBAJO

El primer civil que ocupó la presidencia del Perú fue don Domingo Elias, acaudalado hacendado iqueño, que ante el penoso espectáculo de un país llevado a la ruina por las facciones en pugna, no titubeó en incorporarse a la política anhelando enrumbar al Perú por los caminos del orden y la ley.

Domingo Elias Carbajo

Domingo Elías nació en Ica en 1805. Terminados sus estudios viajó a Europa, regresando en 1825. Junto con Nicolás Rodrigo fundó en Lima el colegio de Nuestra Señora de Guadalupe. Las sucesivas crisis políticas y los peligros que corría la población lo llevaron a crear en Ica la guardia nacional, para garantizar el orden y la estabilidad de las instituciones.

Fue nombrado prefecto de Lima en 1843. Cuando Vivanco marchó a Arequipa para combatir la revolución de Castilla, Elías quedó a cargo del poder Ejecutivo y se proclamó jefe supremo. Al triunfar Castilla, Elías entregó el mando a una junta de gobierno. Fue ministro de Guerra y de Hacienda y embajador ante varios gobiernos. Elegido diputado por Ica inspiró la primera ley de presupuesto. En 1854 gestó una revolución pero fue derrotado en la batalla de Saraja y huyó a Chile.

Al levantarse Castilla, Elías organiza una división en Moquegua, y en hábil maniobra toma la ciudad de Arequipa aprisionando a las fuerzas adictas al gobierno de Echenique. Murió en Lima en 1867.

GROCIO PRADO

En la ciudad de Chincha en 1857 vio la luz Grocio Prado, hermano de Leoncio y, como él, temerario, audaz y patriota. Peleó en la guerra por la independencia de Cuba y volvió al Perú cuando Chile acababa de declarar la guerra a nuestro país y a Bolivia.

Grocio Prado pidió y obtuvo su incorporación en el ejército, siendo destinado al batallón Ayacucho N.° 5. Como jefe de la segunda compañía hizo derroche de valor en la batalla de San Francisco librada el 19 de noviembre de 1879 contra el cerro que había tomado la artillería chilena.

El ilustre patriota iqueño siguió en la campaña del sur y participó en el triunfo de las armas peruanas en la batalla de Tarapacá. Combatiendo como héroe, Grocio Prado cayó mortalmente herido en la batalla del Alto de la Alianza en 1883.

ABRAHAM VALDELOMAR

Apenas vivió 31 años, pero en su corta vida conoció la fama y fue admirado como un auténtico valor de las letras peruanas. Abraham Valdelomar nació en Ica el 27 de abril de 1888.

Abraham Valdelomar

Como narrador introdujo los elementos del modernismo concibiendo la creación literaria como un arte y como la expresión de un mensaje.

Valdelomar tuvo preferencia por el cuento y la novela, pero no limitó su producción literaria a este género. Escribió para el teatro y fue ensayista depurado, estricto, bien informado y metódico.

Muy pequeño fue llevado a Pisco y allí transcurrió su infancia. Los años en el puerto marcaron una huella indeleble en la personalidad de Valdelomar y en su obra literaria aparece siempre la evocación pueblerina, las remembranzas hogareñas, el paisaje del puerto.

Se sintió atraído por lo incásico y describió con admirable maestría los usos y costumbres de la vida cotidiana en el antiguo Perú. Su cuento «Camino hacia el sol» nos ofrece un cuadro brillante, cargado de imágenes del Tahuantinsuyo.

Ingresó en el periodismo, no como redactor sino como dibujante, trabajando en Aplausos y Silbidos, Gil Blas, Ilustración Peruana, Actualidades y otras publicaciones. En 1910 aparecen sus primeras cró-nicas. La municipalidad de Lima premia su obra Con la argelina al viento y se publican sus primeros cuentos: «La ciudad de los tísicos» y «La ciudad muerta».

Firma con el seudónimo de «Conde de Lemos» y colabora activamente en La Prensa y otras publicaciones. Una de sus mejores obras, «El caballero Carmelo» gana el concurso organizado por La Nación en 1913. Publica su primer libro La Maríscala, drama histórico en un prólogo y seis jornadas.

Sus trabajos siguen ocupando lugar destacado en las páginas literarias de diarios y revistas: «Yerba santa», «Diálogos máximos», «Belmonte el trágico», «Los amores de Pizarro», «Verdolaga», dan muestras de su talento.

En 1919 acude al Congreso Regional de Ayacucho como diputado por Ica. En la plenitud de su vida y cuando mucho se esperaba de su talento, muere trágicamente el 2 de noviembre en esa ciudad.

RAÚL PORRAS BARRENECHEA

Habrá tal vez en el futuro, cancilleres que superen la función diplomática de Raúl Porras Barrenechea o investigadores que igualen su minucioso aporte a nuestra historia, o estilistas que logren, como él, adquirir un dominio tan airoso y sutil de la palabra. No habrá, en cambio, quien pueda sustituirlo con ventaja en la cátedra de peruanidad que deja vacante con su muerte (Andrés Townsend Ezcurra).

Raul Porras Barrenechea

Porque Raúl Porras Barrenechea investigó, escribió, predicó y proyectó la historia peruana. Canciller de la República, fue también senador por Lima, erudito y valiente defensor de la integridad nacional, brillante escritor de sobria elegancia en el lenguaje, diplomático eminente, acucioso investigador, incisivo polémico, notable profesor universitario y prominente demócrata, dejando una lección de peruanidad que todas las generaciones deben aprender.

Nació en Pisco el 23 de marzo de 1897, pero fue limeño por estirpe y por presencia, pues en la capital pasó casi toda su vida.

Irrefutable defensor de nuestras fronteras desde los archivos del Palacio de Torre Tagle, supo encontrar en la historia los grandes argumentos de la intangibilidad del suelo peruano.

SÉRVULO GUTIÉRREZ

Con toda razón se ha dicho que si Sérvulo Gutiérrez hubiese vivido en Nueva York, Londres o París, sería ahora reconocido mundialmente como uno de los grandes de la pintura contemporánea. Sérvulo, a no dudarlo, es uno de los más grandes exponentes del arte plástico peruano.

Servulo Gutierrez

Hombre de mil anécdotas y artista profundamente original, Sérvulo Gutiérrez nació en Ica en 1914. Hijo de un hogar modesto, desde los seis años tuvo que ganarse la vida haciendo de mozo en el establecimiento de su padre.

Joven aún, trabajó de peón en la carretera de Pisco a Castrovirreyna, fue cantante callejero, boxeador y hasta fabricante de huacos. Es curioso anotar que el huaco «Cabeza de trofeo», comprado por la famosa colección Mayrock de Nueva York, al que los expertos atribuían «dos mil años de antigüedad» y del que se ocupó la revista internacional Life, fue fabricado por Sérvulo en 1932.

Bohemio empedernido, amiguero, conversador incansable, incursionó en la poesía y en la escultura pero fue en la pintura donde impuso definitiva-mente su talento.

Sérvulo Gutiérrez pintó con pasión, plena de intensa humanidad, prefiriendo los paisajes y las figuras. En sus lienzos predominan el rojo y el negro, especialmente en los enigmáticos rostros femeninos. Muchos estiman que su mejor obra es el cuadro «Los Andes», realmente impresionante, intenso, trágico, inmenso.

Fue un artista de sólida formación académica. En Buenos Aires fue alumno de Emilio Pettoruti y de él adquirió una escuela de principios firmes. Por sus propios medios viajó a París, asentando definitivamente su formación. Allí fue amigo de Vallejo y Siqueiros.

Con la misma vehemencia con que se entregaba a la diversión, se recluía en su estudio a pintar. Su producción es incontable. Realizó exposiciones en Lima, Buenos Aires y Caracas.

Su pintura expresionista tiene intensa fuerza cromática, intención lírica y realización impetuosa. En sus noches de bohemia, de repente le venía el deseo de pintar y plasmaba su talento en una hoja de cartón, en servilletas o en la pared de un restaurante.

Una afección hepática acabó con su vida el 21 de julio de 1961.

SEBASTIÁN BARRANCA

Dos ciudades se disputaban el honor de haber sido la cuna del sabio naturalista Sebastián Barranca, lca y Acarí. Pero el hallazgo de la partida de bautismo esclareció el asunto. El científico iqueño nació en 1830 y cursó estudios en el Convictorio de San Carlos y luego en la Universidad de San Marcos. Desde pequeño mostró afición por las ciencias naturales, cultivando esta disciplina toda su vida y aportando a ella importantes trabajos de investigación. Fue también matemático y políglota, llegando a dominar ocho idiomas. Desarrolló una brillante labor académica en San Marcos y fundó una Academia de Ciencias. Destacó también como quechuista. Murió en Lima en 1909. Uno de los parques principales de Ica lleva su nombre.

Sebastian Barranca

VÍCTOR MANUEL MAÚRTUA

Una de las más importantes contribuciones del intemacionalista Víctor M. Maúrtua, fue su brillante alegato sobre los derechos del Perú en el problema limítrofe con Bolivia. Maúrtua nació en Ica en 1865. Ingresó en el servicio diplomático como cónsul general en México. Fue ministro plenipotenciario en Buenos Aires, Caracas, La Habana, Holanda, Suiza, Ecuador y Brasil. Fue diputado por Ica y ministro de Hacienda y Comercio en 1918. El dominio que tuvo del derecho internacional lo llevó a ejercer importantes cargos en instituciones de América y Europa.

Victor Manuel Maurtua

CESÁREO CHACALTANA REYES

Prominente político, tres veces diputado y dos senadores, llegando a presidir la Cámara Baja. Chacaltana fue uno de los más destacados líderes del partido Civilista, cuya jefatura ejerció al asumir la presidencia de la República Manuel Pardo. Integró varios gabinetes y dos veces fue presidente del Consejo de Ministros. En 1894 fue elegido segundo vicepresidente integrando la fórmula del general Andrés Avelino Cáceres. Peleó en la batalla de Mirañores y representó al Perú en varios países. Cesáreo Chacaltana nació en Ica en 1845 y murió en 1906.

Cesareo Chacaltana Reyes

JOSÉ TORIBIO POLO

Como soldado estuvo en el combate del 2 de mayo de 1866 y también sin ningún grado peleó en la batalla de Mirañores durante la invasión chilena. José Toribio Polo nació en Ica en 1841, estudió derecho y educación, ejerciendo la docencia en varias ciudades. Dedicó su vida al estudio e investigación de la historia del Perú. Durante la ocupación chilena viajó a Panamá y allí editó un periódico trilingüe en el que defendió los derechos del Perú. Murió en Lima en 1919.

Jose Toribio Polo

MANUEL PABLO OLAECHEA

Orador insigne, ingresó en la política adhiriéndose a la causa de don Nicolás de Piérola. Llegó a ser líder prominente del partido Demócrata. Peleó en la batalla de Mirañores y fue diputado y senador, ministro de Justicia y Culto y presidente del Consejo de Ministros. En 1895 fue alcalde de Lima. Jurisconsulto de nota, Manuel Pablo Olaechea había nacido en Ica en 1843.

Manuel Pablo Olaechea

Como pueden ver los personajes ilustres de Ica se dedicaron a diferentes actividades e incluso muchos de ellos se dedicaron a la política, a pesar que a muchas personas no nos guste estos temas en cualquier profesión se puede encontrar personas que cumplen sus labores como deben ser y son recordados.